Desboronarse

Abatirse, venirse abajo, sentirse vencido por el cansancio o la incontestable adversidad de los acontecimientos.

Dezate

Directo (el)

El directo era el autobús que cubría la línea de Chiclana a Cádiz y viceversa. Había tres al día, el primero a los ocho de la mañana, generalmente utilizado para quienes tenían que ir a la «residencia» de la Seguridad Social. El segundo salía a las dos y media y en el viajaban los que iba a Cádiz de compras al médico de pago. Algunas familias acomodadas enviaban a las muchachas de servicio (las mozas) a guardar el sitio hasta que aparecían los señores con su gran sobre blanco con las radiografías y sus trajes de domingo. En el de las ocho de la tarde yo no sé quienes irían, pero el que volvía a esa misma hora de Cádiz sí que venía lleno de gente, la mayoría comiendo pescado frito que se compraba en el freidor que estaba junto a la parada y una «viena» de pan. El «directo» se utilizaba mucho, sobre todo, en los años que siguieron a la posguerra, pues aún había pocos vehículos particulares y los escasos taxis tardaban más y eran más caros.

Dicipela

Erisipela.

Destocao

Destocado, privado del sombrero, gorra o boína, en señal de saludo o respeto; imprescindible en lugares cerrados o manteniendo una conversación.

De to por to

De todo por todo. Significa que no faltó ni gloria, que la abundancia en los manjares era digna de felicitación. Ej.: «Que boda, chiquillo, había de to por to; no fartó de ná«.

Descomposición

Con el vientre súbitamente suelto. Un drama. Ej.: «Vía í un momentito al retrete, que deh’compozición mantrao máh’ mala, ¡joé!«

Despedir gente

Dícese de quien es poco amable. Ej.: «Cantipática eh’, eh’ que deh’pide gente la puñetera«.

Descansar

Dícese del difunto. Ej.: «El hombre ha deh’canzao, pero la hija también, la pobre, que llevaba un año ar pie de la cama zin zalí pa ná«.

Descasao

Descasado. Lo mismo que desapartao, pero expresado más gráficamente.